La inteligencia militar israelí dijo en un comunicado proporcionado al New York Times que “hay varios complejos subterráneos utilizados por los líderes de la organización terrorista Hamás para dirigir sus actividades”. El complejo depende en parte de la electricidad desviada de Al Shifa, según el comunicado, y hay múltiples entradas dentro y alrededor del hospital.
Altos funcionarios de la inteligencia israelí permitieron al Times revisar fotografías que pretendían mostrar entradas secretas al complejo desde el interior del hospital. En las fotografías eran claramente visibles señales que identificaban el lugar como Al Shifa, aunque su autenticidad no pudo verificarse de forma independiente.
Los funcionarios estadounidenses, que también hablaron bajo condición de anonimato para revelar inteligencia sensible, dijeron que confían en que Hamas haya utilizado redes de túneles debajo de hospitales, en particular Al Shifa, para áreas de mando y control, así como para almacenamiento de armas.
La práctica de Hamas ha sido de larga data, dijeron, y agregaron que Estados Unidos e Israel han desarrollado de forma independiente información de inteligencia sobre el uso por parte de Hamas de la red de túneles bajo el Hospital Al Shifa.
También hay otros relatos de Hamás utilizando a Al Shifa. En 2008, se vio a combatientes armados de Hamás vestidos de civil deambulando por el hospital durante una guerra de tres semanas entre los militantes e Israel, según informó el New York Times en Gaza en ese momento. Los militantes afirmaron ser guardias de seguridad, pero fueron vistos matando a presuntos colaboradores israelíes.
Seis años más tarde, durante la siguiente ronda de combates entre Israel y Hamás, los militantes habitualmente celebraban conferencias de prensa en los terrenos del hospital y las utilizaban como lugar de reunión seguro para que los funcionarios de Hamás hablaran con periodistas, aunque estas actividades no constituyen un uso militar.
Después de la guerra, Amnistía Internacional dijo en un informe que Hamás estaba utilizando zonas abandonadas de Al Shifa, “incluida la zona de la clínica para pacientes ambulatorios, para detener, interrogar, torturar y maltratar de otro modo a sospechosos, incluso mientras otras partes del hospital seguían funcionando”. funcionar como centro médico”.
Dos médicos noruegos que trabajaron en Al Shifa durante la guerra, Mads Gilbert y Erik Fosse, cuestionaron el informe e insistieron en que no había presencia de Hamás en el hospital. Gilbert, un activista que se describe a sí mismo como un “médico político”, fue particularmente franco contra Israel y, según informes, se le prohibió la entrada a Israel y Gaza en 2014.
Mateo Rosenberg informó desde Londres, Ronen Bergman desde Tel Aviv, Aarón Boxerman de Jerusalén y Vivian Yee de El Cairo. Julián Barnes y Peter Panadero contribuyó con informes desde Washington y Abu Bakr Bashir desde Londres.